Amorespejos

Su amor fue el de los espejos: Él no la vio a ella, ni ella a él, sólo veían su propio reflejo en el otro. Por eso, cuando se cruzan por la calle después de haberse quebrado fruncen la nariz y aprietan el paso: no soportan ver su rostro roto frente a sí. Argos de cien ojos acusadores recordándoles quiénes podían llegar a ser.

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