Amores polillas

Él conquistó su corazón regalándole un armario. Ella se mudó a vivir con él, el primer día al llegar la noche, él levantó el dedo y señaló el armario:

-Tienes que dormir allí.

-Bueno- contestó ella.

-Tienes que hacer toda tu vida allí- Añadió él, mientras ella seguía la dirección marcada por su índice.

Deja un comentario