Actuar II

Se alegra de que haga Beckett, cree que ha sido inteligente al aceptar un papel de tan enormes proporciones, y mientras la mira ahora desde el otro lado de la mesa, se pregunta cómo esa mujer tan atractiva pero enteramente corriente, esa mujer de humor cambiante y una pasión vulgar por los chistes verdes, es capaz de transformarse en personajes tan diversos y completamente diferentes, de dar la sensación de que lleva toda la humanidad en su interior. ¿Es que aparecer frente a un público de desconocidos y desnudarse las entrañas requiere un acto de valor, o es una obsesión, una necesidad de ser mirado, una insensata falta de inhibición lo que impulsa a alguien a hacer eso? Nunca ha sido capaz de determinar la línea que separa la vida del arte.

Morris Heller, de Sunset Park, Paul Auster

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